Título: Ghostland – Año: 2018 – Genero: Terror/Suspenso –
Duración: 89 min– País: Francia/Canadá – Dirección: Pascal Laugier – Guion: Pascal
Laugier – Fotografía: Danny Nowak – Reparto: Crystal Reed, Anastasia Phillips, Emilia
Jones, Mylène Farmer
Una exitosa escritora de terror acude a la llamada de auxilio de su hermana, una joven mujer traumada por una horrorosa noche que vivió junto a su familia y que revive cada día estos terroríficos recuerdos. Así, nuestra protagonista, vuelve a su antiguo hogar, el cual fue asediado por una pareja de psicópatas hace varios años y en el que ya nada va a ser igual.
Ghostland es la nueva obra del director que realizó la
película Martyrs (2008) la cual revolucionó el terror francés por sus extremas
escenas de violencia mostradas ante la cámara. En este nuevo filme, una pareja
de psicópatas azotan un pequeño pueblo, dejando una ola de asesinatos de
familias tras su camino. Tras sobrevivir al imparable ataque de estas bestias
psicópatas, nuestra protagonista consigue seguir con su vida hasta ser una
prestigiada escritora mientras que, por otro lado, su madre quedó al cuidado de
su hermana quien quedó gravemente traumatizada y alucina cada día con una nueva
llegada de estos asesinos.
Sin lugar a duda, este filme logra mostrar las
características de una violencia descontrolada y agrega un giro a la narrativa
que cambiará rotundamente el sentido de la película. Por momentos, aunque la
comparación se de otro ámbito, las cadenas de acciones nos hacen recordar a los
antiguos videojuegos de Clock Towers y más aún a su sucesor espiritual,
Haunting Ground, por ser continuamente perseguidos por un enorme psicópata con
alguna notoria discapacidad mental frente al cual, las pequeñas adolecentes se
encontraran indefensas, temiendo no sólo por sus jóvenes vidas sino también por
la creciente atracción sexual que presenta esta enorme bestia hacia ellas. De
esta manera, ambas hermanas no tendrán una oportunidad directa de enfrentarse
cara a cara, sino que tendrán que ocultarse a esperar una buena oportunidad.
Algo que cabe destacar de la película es su ambientación y
por mucho, su maquillaje. Por un lado, nos trasladaremos hacia una antigua casa
que la madre de nuestra protagonista heredó tras la muerte de una anciana. Esta
vivienda decorada casi por completo por antiguas y extravagantes muñecas, nos
brindaran una tétrica atmosfera, la cual los mismos personajes describen como
si fuera “la casa de Rob Zombie” (director de películas de terror y músico).
Por otro lado, el maquillaje, aunque yo no lo suelo resaltar, el trabajo
llevado sobre los antagonistas y sobre todo en las indefensas niñas, es
excelente. No solo son notables los cortes y moretones, sino que los rostros ya
deformados de las niñas tras los golpes nos dejaran boquiabiertos, logrando
entablar una empatía con estos personajes casi palpable a través de nuestros
ojos.
Dos personalidades chocan frecuentemente durante el trayecto
de la película, justamente las formas de afrontar la realidad de ambas
hermanas. Una, nuestra protagonista, siempre fue más introvertida con
dificultades para socializar, la cual se protegía de los demás creando nuevos
mundos con su fanatismo hacia la lectura de terror y su afinidad de algún día
poder ser tan reconocida como Lovecraft. Por otro lado, su hermana es todo lo
contrario a ella, siendo popular y sin problemas para asumir la realidad aunque
esta no le sea beneficiosa.
Ante la primera vista, la película deja poco para protestar,
durante el recorrido de su trayecto fueron contados los momentos en el que tuve
tiempo para respirar y aunque se vea varias veces las apariencias de los
protagonistas, no resultan ser de una forma monótona a la que poco a poco
pierden su peso en escena sino que cada nueva aparición reforsan nuestro temor.
Sin lugar a dudas, Ghostland se ha ganado un lugar entre las mejores películas del
recién pasado 2018 y es altamente recomendable aunque puede ser un poco fuerte
para el público más casual.
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