Título: The Nun/La Monja – Año: 2018 – Genero: Terror – País: EEUU – Dirección: Corin Hardy – Producción: Peter Safran, James Wan – Guion: Gary Dauberman – Historia: James Wan, Gary Dauberman – Música: Abel Korzeniowski – Fotografía: Maxime Alexandre – Reparto: Demián Bichir, Taissa Farmiga, Jonas Bloquet
El Vaticano mandó a investigar el hallazgo del presunto suicidio de una monja en una antigua abadía a cercanías de un pequeño pueblo francés. Las responsabilidades de tal pedido de las autoridades eclesiásticas recaen en un experimentado padre y en una joven novicia, que poco a poco irán descubriendo el pasado y el mal que esconde este lugar.
Desde el primer momento de The Nun (La Monja), las personas
del pueblo nos irán formulando un concepto de lo que la abadía representa para
ellos, una edificación sobrenatural, algo maldita, a la que intentan ocultar de
los extranjeros con un tono casi tabú. Este es el primer indicio de lo que la película
quiere generar, no es sólo la tan conocida posesión de la monja a la que
debemos temer, sino que se le intenta desarrollar un protagonismo a toda la
edificación que la rodea.
Desde el momento en el que llegamos a la tan ansiada
construcción, se nos será constantemente representada cada una de sus partes
mediante amplios ángulos, en mapas, entre diferentes características que la
rodean y en la historia que ha sabido captar a lo largo de los años para que
pensemos en ella como un personaje más. Algo de esto podemos encontrar en el
Derry, el pueblo donde se desarrolla IT, que a lo largo del desarrollo de la película
sabremos orientarnos casi exactamente y también entenderemos que el terror que
nos asecha está ligado con esta localidad.
“Tal vez las cruces que la rodean no sean para erradicar el mal, sino que sólo lo retiente”
A partir del comienzo de este spin-off de la familia Warrent
utilizan por completo la imagen del antagonista de la película, que aunque sea con
screamers, logra su cometido, pero esta acción se vuelve a ver reiteradas veces
a lo largo de todo el filme, de tal forma que termina logrando una saturación
total de la apariencia de la monja a tal punto que pierde todo su peso en la
puesta de escena. Al principio pensé que esto formaba parte de mi propio gusto,
pero en la cercanía del final, cada vez que se mostraba a la monja, el público tenía
una respuesta casi unánime de incomodidad o una ligera decepción disfrazada de
riza al ver como a medida que aparecía la antagonista, disminuía su importancia
hasta dar tristeza.
Mientras más se adentran en la abadía, tendrán que enfrentarse
al mal que la corrompe de una manera más intensa y también tendrán que luchar
ante las huellas de su pasado. Sin lugar a dudas, dado al enorme presupuesto
que estas reconocidas producciones saben tener, The Nun recrea una atmosfera excelente
atmosfera gótica. Este ambiente creado ayuda a sumergirnos en la historia, pero
dado a las incontables repeticiones nombradas en el párrafo anterior, termina
cayendo de la mano de la apariencia del antagonista ante la ineficacia de la producción
a la hora de no saber aprovechar la imaginación del espectador.
Si bien estas películas taquilleras no siempre terminan
siendo las mejores producciones del género en cada año pero, aunque tengan una
gran campaña de marketing, siempre supieron entretener al espectador, o por lo
menos, cumplir con un nivel más o menos acorde con lo esperado, pero esta vez
es lo contrario. Al mirar las caras de los espectadores a la salida de la función,
no hacía falta explicar que The nun terminaría siendo una de la decepciones del
año, una película con intento de screamers hasta el hartazgo, un antagonista
que al final causaba risa, final poco creíble y varios minutos de más.
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