Título: The Devil's Doorway – Año: 2018 – Genero: Terror – Duración:
76 min – País: Reino Unido –Dirección: Aislinn Clarke – Guion: William Martin
Brennan, Aislinn Clarke, Michael B. Jackson – Música: Andrew Simon McAllister –
Fotografía: Ryan Kernaghan (B&W) – Productora: 23ten – Distribución: IFC
Midnight [USA] / Kew Media Group – Reparto: Lalor Roddy, Ciaran Flynn, Helena
Bereen, Lauren Coe
Dos sacerdotes fueron enviados por el Vaticano para investigar sobre un supuesto milagro que había sucedido en un asilo de mujeres dirigido por la iglesia católica en Irlanda. Uno de los encomendados para esta tarea, ya con cierta experiencia en estos casos, busca cada indicio de falsificación, ignorando el mal que se está desatando a sus espaldas.
Lo primero que notamos al ver The Devils Doorway es que está
tratada mediante el subgénero del falso documental pero lo que lo diferencia de
los otros es que realiza una filmación utilizando una cinta de 16mm, la cual no
hará relacionarnos inmediatamente a la época en la que se desarrollará la
película. La historia nos llevará a una alejada pensión de mujeres a la que
eran alojadas la “basura de la sociedad”, desde aquellas damas que practicaban
la prostitución o el robo, hasta embarazadas y deficientes mentales.
Creo que desde los primeros fragmentos de la película se
muestra un lado crítico hacia varias de las conductas y acciones tomadas por la
Iglesia y sus seguidores. Esto lo podemos ver reflejado en el continuo esfuerzo
del sacerdote más experimentado en analizar los restos de sangre encontrado
bajo los ojos de la virgen o en las reiteradas veces en las que busca el
razonamiento lógico frente a los hechos que le irán sucediendo, todas estas
actitudes son el resultado de años de desmentir a los estafadores que
intentaron lucrar a cuestas de la fe del pueblo a costa de falsos milagros.
También el mismo escenario, el asilo de mujeres, es un intento de ocultar
muchos de los “errores” de la sociedad, como se acostumbraba hacer en la
antigüedad. Las siguientes lineas nos dejan en claro el mensaje que se quiere
demostrar:
¿Quieres saber por qué me hice sacerdote? Me hice sacerdote porque quería ser un buen hombre, quería acercarme a Dios pero eso no fue lo que sucedió. Mira a tu alrededor, John ¿crees que Dios está aquí en este lugar? Este lugar me da asco. La gente que dirige este lugar me da asco. El Obispo que nos envió aquí, el propio Vaticano con sus vestimentas, y el teatro y el lujo construido sobre la espalda de la gente común.
Quizás el desarrollo de la historia nos haga relacionar esta
producción con “The Last Exorcism” (El último exorcismo) debido a la continua
búsqueda de revelar la verdad que hay detrás de estos sobrenaturales, o también
la podremos relacionar, a un menor niver, con la reciente “The Nun” (La monja) a
causa del encargo del Vaticano a un experimentado en su campo de trabajo y a un
novato. Pero a pesar de todo esto, The Devils Doorway sabe diferenciarse del
resto sin contar con un gran presupuesto, pero con un buen manejo de él.
La producción supo mantener un buen nivel de
actuación sumado a unos sobresalientes diálogos que muchas veces terminaban en
confrontaciones de ideales por parte de los sacerdotes enviados y la encargada
de mantener el asilo de mujeres. Si bien es típico que, muchas veces en este subgénero del falso
documental se llegue una exageración de tener que filmar todo por parte de los
personajes, en este caso no entorpece el desarrollo de la historia.
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